Frank Murphy es elegido para probar el Trueno Azul, un modernísimo helicóptero de asalto en pruebas, quedando impresionado por su rapidez y su alta tecnología: el aparato está diseñado para ver a través de las paredes, para grabar sonidos tremendamente bajos e incluso para estabilizar un edificio. Desconfiando de la mentalidad militar que rodea al Trueno Azul, Murphy y su compañero Lymangood pronto descubren que el destino del magnífico helicóptero es servir como el arma más novedosa en vigilancia y el control de las masas.