En noviembre de 1959, el escritor Truman Capote lee una crónica del New York Times que relata el sangriento asesinato de los cuatro miembros de la familia Clutter en su granja de Kansas. Aunque sucesos similares aparecen en la prensa todos los días, algo llama la atención de Capote, que quiere utilizar este caso para demostrar una teoría: en manos de un escritor adecuado, la realidad puede ser tan apasionante como la ficción. Junto con su amiga Harper Lee, consigue que la revista The New Yorker lo envíe a Kansas para cubrir la noticia. Su voz aniñada, su amaneramiento y su peculiar forma de vestir despiertan en un principio la hostilidad de los vecinos de la zona, pero Capote se gana pronto la confianza de Alvin Dewey, el agente encargado de la investigación.